

News Press Service
El portaaviones HMS Prince of Wales zarpó con una flota británica para una de las operaciones militares más ambiciosas de la Royal Navy. Con cazas F-35B, submarinos y 4500 efectivos, el Reino Unido busca mostrar fuerza, tecnología y liderazgo global.
Londres se lanza al mar con una flota colosal para demostrar poder, tecnología y compromiso con sus aliados.
El HMS Prince of Wales, junto con buques escolta y submarinos, ya navega hacia una misión que marcará el futuro de la defensa británica.
La Royal Navy acaba de activar una operación que no solo es una demostración militar, sino una declaración de principios.
Bajo el nombre de Operación Highmast, el Reino Unido ha desplegado su Carrier Strike Group (CSG), liderado por el imponente portaaviones HMS Prince of Wales, en lo que se perfila como la mayor misión naval británica en décadas.
A bordo, viajan 18 cazas F-35B Lightning -uno de los aviones más avanzados del mundo- que pronto se ampliarán a 24, según confirmaron autoridades militares.
El despliegue inicial contempla unos 2500 soldados, de los cuales 400 pertenecen a Noruega, Canadá y España, aunque se espera que la cifra llegue a 4500 efectivos en total a medida que la flota avance hacia el Indo-Pacífico.
HMS Prince of Wales y una flota preparada para todo
El HMS Prince of Wales, de 65.000 toneladas, zarpó junto al destructor HMS Dauntless, la fragata HMS Richmond y un submarino de la clase Astute, diseñado para proteger la flota de amenazas submarinas.
«HMS Prince of Wales alistado en todas las líneas, listo en todos los aspectos para la mar, Señor», se escuchó desde el puente de mando antes de la orden clave: «Suelte todas las amarras».

Para el secretario de Defensa John Healey, se trata de una «operación inmensamente compleja» que representa «una oportunidad única para el Reino Unido», no solo en términos estratégicos, sino también económicos.
«La CSG también brinda la oportunidad de reforzar nuestra propia economía e impulsar el comercio y las exportaciones británicas», afirmó.
Innovación militar, tecnología punta y ejercicios globales
Desde la Royal Air Force (RAF) explicaron que la Operación Highmast busca estrechar la cooperación con aliados internacionales mediante una agenda intensa de ejercicios militares.
«Representa el compromiso de la defensa británica con la innovación y la tecnología avanzada, al tiempo que refuerza la importancia de la colaboración multinacional», señalaron.
Uno de los momentos clave del despliegue será la participación en el Ejercicio Talisman Sabre, un entrenamiento multinacional en Australia que incluirá a 19 naciones aliadas.
Allí, los sistemas de ataque, defensa y logística del Reino Unido serán puestos a prueba en un entoEl Capitán de Grupo John Butcher fue contundente:
«Esta operación es un hito clave para el programa Lightning», en referencia al uso intensivo del caza F-35B, considerado uno de los pilares de la aviación de combate moderna. «Mejorará nuestra capacidad de apoyar eficazmente a nuestros aliados en la región», aseguró.
El Cronista