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El pasado 20 de marzo de 2020, a las 15:00 comenzó la nueva era en Colombia, cuando el presidente Iván Duque declaró el aislamiento preventivo frente a la pandemia del coronavirus, que 6 meses después, se traduce en más de 600 mil personas contagiadas, 22 mil muertos y un cambio de 360 grados en la cotideaneidad del país, en medio de una incertidumbre, que llevó al personal médico, a trabajar al límite de su conocimiento profesional.
En ese escenario, el Internacionalista, periodista, experto en marketing de político, de ciudad y escritor Carlos Villota Santacruz se convirtió en testigo de excepción del impacto de la pandemia en la frontera con el Ecuador, que con el paso de las horas, los días y los meses, ha despedido a centenares de personas, en medio de estrictos protocolos de bioseguridad.
“A lo largo y ancho de geografía del país y en el exterior, hemos despedido en oración y fe a más de una ventena de amigos y amigas. El último de ellos, el fundador del Partido de la U, el ex presidente del Congreso Aurelio Iragorry Hormaza. Es un momento doloroso, que nos invita a reflexionar sobre el pasado, presente y futuro del mundo, desde nuestro metro cuadrado sobre la importancia de la vida, el trabajo en equipo y el darle el valor histórico al poder de la palabra.
“Desde la óptica del periodismo y la comunicación estoy convencido que estamos en presencia de una nueva Era de trasformación social. La agenda pública cambió. Es decir, la prioridad de los Estados y Gobiernos giran en torno a la salud, la educación, la seguridad alimentaria, la naturaleza y turismo: Las historias que se cuentan desde las casas editoriales habladas y escritas, están en marcadas en esta hoja de ruta. Es la demanda de los ciudadanos y ciudadanas, en la tercera década del siglo XXI”, dice coautor de los libros “Gobierne bien y hágalo saber”, “Los Estadios de la paz en Colombia” y prologuista del libro “El Zumbido de la Justicia en la pospandemia”.
En palabras de Villota Santacruz, el reto del periodismo en la pospandemia, debe partir de un compromiso del sector público, privado y la academia de darle el valor a la vida como eje de una sociedad que reclama ser escuchada. “El nuevo periodismo ya nada tiene que ver con estar en radio, tv, los periódicos o las redes sociales. El periodismo y la comunicación debe ser educativo y pedagógico. Es un periodismo que debe construir cultura política, social y económica. Consultar diversas fuentes, para edificar las crónicas, reportajes, entrevistas y noticias, con un enfoque de alto valor agregado a sectores específicos de la población como los jóvenes, las mujeres, las personas de la tercera edad. Caso aparte, es la información a los niños y niñas. Ellos, en su inocencia reclaman contenidos acordes a su edad”, sostuvo
“Lo que ha dejado la cuarentena, es una oportunidad excepcional de conocer lo mejor y lo peor del ser humano. La gente se ha emocionado, Ha llorado, Ha reído y abrazado como nunca antes. Por ejemplo, hemos visto al presidente de Argentina Alberto Fernández, el presidente de Colombia Iván Duque o la presidente de Alemania Angela Merkel, como líderes políticos de carne y hueso. Que han sentido todos y cada uno de los momentos de la larga cuarentena, que supera en muchos lugares de América Latina los 6 meses”, subrayó desde el país del “realismo mágico”.
Carlos Villota Santacruz –Premio Raíces 2106 y 2017 en Buenos Aires (Argentina) por el impacto del libro “Gobierne bien y hágalo saber” en el continente y reconocimiento a la trayectoria profesional en el campo de la educación y la cultura, observa a la pospandemia como un desafío para todas las fuerzas políticas que se presentarán a futuro a cita en las urnas, incluida la carrera presidencial de los Estados Unidos en el mes de noviembre.
“Sin duda, las redes sociales han visibilizado a los médicos y enfermeras. La primera línea, en la batalla contra el Covid-19. Su vida. Lo que sientes, desplazó las declaraciones de los Jefes de Estado o el artista de moda. El periodismo de hoy, es solidario. Este es un terreno férfil para investigar. Para darle la trascendencia al sector salud. Una buena pluma o una crónica en televisión, cautivará más que un videojuego, una película o un partido de fútbol. La razón, la audiencia está muy sensible. Permanecerá así por mucho tiempo”, añade.
Este profesional de la periodismo y la comunicación –con dos libros escritos y un prologo de una obra editorial- considera que el futuro del mundo, pasa en valorar el pasado de manera integral: desde el abrazo y un beso de una madre. La caricia de la pareja o el caminar por montañas o navegar en el mar, con el propósito que sentir que la brisa golpea la cara.
“Estamos en presencia de una generación –incluidos jóvenes y niños- que están tocado las puertas del estado y los medios de comunicación. Están dando señales, que quieren participar. Para lo que hacen política hoy, quedaron atrás los discursos eternos sobre la política intrínseca. Esta generación quiere la vida real para poder conversar y debatir sobre lo que pasa todos los días: sea virtual o presencialmente”, indicó
El internacionalista, experto en marketing político, de ciudad, periodista y escritor colombiano Carlos Villota Santacruz, insiste que “la pandemia del coronavirus , creo una red ciudadana de trasciende las fronteras desde Estados Unidos hasta Argentina y desde España hasta China, a partir de una audiencia que demanda nuevos contenidos. Mayor investigación. “Las crónicas,reportajes y entrevistas debe tener la capacidad de seducir”.
“La gente no quiere escuchar a políticos insultándose en público. Hablando quién es más honesto o más corrupto. En cuarentena, la gente ha dicho hasta cansancio; basta ya. El periodismo de la actualidad y del futuro debe estar acompañado de la sicología y de la antropología. Así se podrá predecir la tendencia de la audiencia, en el llamado día “D”. Cuando desaparezca la pandemia. Lo que nacerá a partir de ese momento, es los nuevos enfoques del profesional de esta ciencia del conocimiento, que ha tenido el privilegio, de ser testigo de excepción de un cambio de Era en el planeta, que más allá del número de contagiados y muertos, nos ha invitado a mirarnos por dentro. A valorar las pequeñas cosas de la vida. A mirar el territorio con otros ojos. A valorar un mate o un café, a cualquier hora del día”, puntualizó.